Etiquetado, eficiencia energética y ahorro en tu cocina

Cuando buscamos crear un hogar eficiente surgen varios conceptos que pueden chocar y hacernos dudar sobre el camino a seguir para conseguir una eficiencia plena. Eficiencia, eficacia y, por supuesto, los etiquetados de los electrodomésticos interfieren en todo este proceso, creando en ocasiones una confusión sobre qué es qué.

 

Para conseguir un ahorro real en las facturas del hogar, en primer lugar el usuario deberá saber que no es lo mismo eficacia que eficiencia. La eficacia es el rendimiento y la calidad de trabajo que realiza un electrodomésticos, en el caso de la eficiencia se centra más en la cantidad de energía que utiliza para emplear un trabajo. Es decir, cuanto menos consumo de energía haga un electrodoméstico, más eficiente es.

 

De la unión positiva de estos dos conceptos nace el ahorro en un hogar, pero… ¿Qué otros aspectos influyen a la hora de crear una cocina eficiente? ¡Te lo contamos!

 

 

<h2>¿Cómo crear una cocina eficiente?</h2>

Para conseguir crear una cocina eficiente hay que tener en cuenta qué es el espacio del hogar, donde más tiempo pasan los inquilinos y al mismo tiempo, donde se concentran una mayor cantidad de electrodomésticos de alto consumo.

 

Para ello es importante que el inquilino revise este espacio para conseguir una reducción importante en su factura de la luz, agua y gas. ¿Cómo? ¡Te damos algunas claves!

  1. Los electrodomésticos que instales deberán disponer de la etiqueta de eficiencia A+++ que solo se les otorga a aquellos aparatos que realizan un consumo más bajo de energía ofreciendo una igual o mayor eficacia.
  2. Revisar las bombillas del hogar e instalar bombillas de bajo consumo, también conocidas como bombillas LED.
  3. Revisar la tarifa de gas y luz del hogar, puesto que quizás deberá cambiar de compañía de gas y luz a una compañía de gas más barata para adaptarse a las nuevas instalaciones e incluso reducir la factura de la luz.

 

Otra manera de crear una cocina eficiente se centra en los hábitos de consumo y las rutinas, por ejemplo:

 

  • Cuando hablamos de la placas de vitrocerámica o inducción, utiliza el tamaño de olla o sartén adecuado para cada fuego.

 

  • Haz un uso eficiente del lavavajillas, utilizando el modo eco y apostando por programas con agua más fría.

 

  • Evita pérdidas de temperatura en tu nevera, por ejemplo descongelando dentro de ella y no metiendo comida caliente.

 

  • Asimismo, adapta la temperatura del frigorífico a la época del año: En invierno, cuando bajen las temperaturas, puedes aumentar la temperatura de la nevera. En verano, puedes volver a bajarla cuando haga más calor.

 

  • La iluminación: siempre LED, ya que son luces de gran resistencia que al recibir una corriente eléctrica de muy baja intensidad, emiten luz de forma eficiente y con alto rendimiento.

 

Sin duda, las instalaciones son importantes dentro de la eficiencia de un hogar pero los hábitos de consumo y la educación sostenible de los integrantes del hogar será la clave para reducir la factura de los suministros del hogar.

 

 

 

 

 

 

 

 

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